Se abren mis manos,por fín vacias,
camino despierto, por la ciudad,
escucho el silencio y su veneno,
escucho a la noche soñar.
Por fín se fueron esas palabras,
y todo el miedo en el que caí.
Ahora respiro y sigo mintiendo,
cuando estuviste, nunca te vi.
Llegó el tiempo de soñar.
Llegó el tiempo de explotar.
Ahora que me siento vivo,
sin miedo a nada, voy a despertar.
La decepción me hizo fuerte,
ahora puedo respirar,
camino despacio por lo recuerdo,
y veo tus labios escapar.
Pero mi amor, adonde sea que vayas,
nunca escuches toda la verdad!,
nunca escuches toda la verdad.